Operación Sonrisa ha intervenido a más de 7 mil

24.10.2010 05:26

Este lunes 25 y hasta el viernes 29 intervendrán a 150 personas en el Hospital de Especialidades Pedriátricas. (HEP) La misión brindar una sonrisa más todos los días.

Edania Cardozo es la abuela de Brayan Villalobos, un niño de 12 años, que nació con labio leporino y paladar hendido. Al muchacho ya lo han operado tres veces, la primera vez cuando apenas tenía nueve meses y la última cuando cumplió los siete años. Brayan es paciente del (HEP) y es una de las 300 personas que acudió al centro asistencial para optar a ser intervenido por los especialistas nacionales e internacionales de Operación Sonrisa de Venezuela.

Esta noble organización sin fines de lucro, que funciona en el país desde hace 17 años, tiene una sola misión: dar una nueva sonrisa. Ellos han logrado cumplir ese objetivo con 7.400 pacientes, a quienes han intervenido de manera gratuita en diferentes centros hospitalarios del país.

“Yo tengo fe que el niño salga beneficiado porque estos doctores están entre los mejores”, dijo Edania.

La directora ejecutiva de Operación Sonrisa Venezuela, Rafi Ascanio, señaló que durante el tiempo que tienen en el país han evaluado a más de 13 mil personas. “Este año hemos realizado siete jornadas donde se han operado a más de 300 pacientes”.

El cirujano pediatra de Operación Sonrisa, Ricaurte Ruiz, explicó que en estos casos se habla de causas genéticas multifactoriales que se pueden dar durante el embarazo y que impiden el desarrollo normal de esa parte del rostro.

“Los niños con labio leporino generalmente se regresarán a sus casas, luego de cuatro horas de la intervención cuando se haya recuperado por completo, con sus debidas indicaciones médicas. Mientras que el paciente de paladar hendido debe quedarse hospitalizado de 12 a 24 horas hasta que nos aseguremos que no habrá un sangramiento”, explicó la pediatra Carmen Gómez, quien tiene varios años como voluntaria.

Operación Sonrisa Venezuela no olvida a sus pacientes, pues en cada ciudad trata de buscar a más y más voluntarios que permitan la recuperación total del paciente, tanto física como psicológica.

 

Andrea Nava Fuenmayor